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La Junta de Andalucía reconoce que un fallo informático impide acceder a pruebas diagnósticas en la aplicación de Salud

El Gobierno de Moreno informa de la incidencia horas después de que Amama denunciara en la Fiscalía la desaparición de historiales médicos de pacientes oncológicas

Eva Saiz

La Junta de Andalucía ha informado a última hora de este martes de que una “incidencia técnica” está impidiendo el “acceso temporal a imágenes e informes” médicos en la aplicación Clic Salud, la que utilizan los andaluces para poder acceder online a su historial médico. Este reconocimiento se produce horas después de que las mujeres afectadas por los fallos en el cribado de cáncer de mama denunciaran ante la Fiscalía la desaparición y manipulación de los historiales médicos, una circunstancia que fue inmediatamente desmentida por el consejero de Salud, Antonio Sanz, quien pidió a la asociación Amama, que ha presentado el escrito ante el ministerio público, que dejara de “lanzar infundios” sobre la supuesta destrucción de mamografías.

En su comunicado, el Servicio Andaluz de Salud (SAS) asegura que “en ningún caso esta incidencia informática supone ni el borrado ni la pérdida de ninguna prueba, informe o historial clínico”, e indica que, cuando el servicio esté completamente reestablecido, los usuarios que hayan tenido limitado su acceso podrán “consultar, descargar y acceder a dicha información”. Los fallos informáticos se han debido, según la nota, a “un importante incremento en el acceso de usuarios a la aplicación Clic Salud”, si bien las fuentes de la Consejería de Salud consultadas no precisan desde cuándo se están produciendo estos problemas, aunque sí constatan que la caída masiva se ha producido este martes y recuerdan que la aplicación lleva un proceso de actualización desde hace un tiempo que ha podido provocar fallos en los últimos días.

Fuentes cercanas a la Junta insisten en que el problema es puramente técnico y comparan la caída del sistema de Clic Salud con el fallo en Amazon Web Services que el lunes provocó miles de problemas en servicios y aplicaciones de internet. El interlocutor insiste en que las causas se están investigando, pero desliza que, quizás, la denuncia interpuesta por Amama haya provocado un aluvión de consultas de usuarios que hayan querido acceder a su historial médico y recalca que, em todo caso, “no se ha borrado ninguna prueba de nadie ni se ha tocado ningún historial sanitario”.

La presidenta de Amama, Ángela Claverol, explicaba esta mañana que durante el proceso de recogida de documentación necesaria para presentar la denuncia que la asociación está preparando, muchas mujeres se han encontrado con que no podían acceder a las mamografías o ecografías ni a través de Clic Salud, ni desde la plataforma Diraya, el sistema de información y gestión que utiliza el SAS. Claverol también ha informado de otros casos en los que las pacientes sí podían acceder a sus pruebas diagnósticas, pero se encontraban con que habían sido modificadas. “Ha desaparecido la mención de que la lesión es BI-RAD3″ -el estadío en que no se puede concluir si la imagen que aparece en el cribado es benigna o no, la situación en la que se encuentran la mayoría de las afectadas- “o que ya no pone lesión sospechosa, sino probablemente benigna”. “También han borrado el nombre de los radiólogos, en algunos casos”, ha explicado esta mañana la presidenta de Amama, que no ha querido facilitar ni el número de mujeres que les han trasladado esta situación, ni en qué provincias residen.

En el escrito que han presentado para pedir a la Fiscalía que investigue si estos hechos son constitutivos de delito, Amama ha presentado pruebas gráficas y también ha sugerido que se llame como testigo a un profesional del SAS que les ha informado sobre esas presuntas alteraciones. Los radiólogos consultados por este diario indican que en ningún caso ellos pueden manipular el PACS, el programa para ver las imágenes. “Será el juez el que tendrá que investigar si alguien lo ha hecho”, coinciden.

El comunicado del SAS corrobora en cierta medida parte de los hechos que Amama ha trasladado a la Fiscalía. El acceso a su historial médico, que, en algunos casos no es posible “temporalmente”, de acuerdo con la versión de la Junta, es esencial para que muchas mujeres puedan probar que se les realizó un cribado y que después no fueron informadas de que el diagnóstico era no concluyente, por tratarse de BI-RAD3 y que, en ese intervalo hasta que fueron llamadas, si lo fueron, para una segunda prueba, desarrollaron cáncer de mama. Para Amama los problemas para consultar esas pruebas y las presuntas modificaciones “pueden impedir la investigación judicial”, según consta en el escrito.

No es la primera vez que la Junta desmiente o trata de minimizar las denuncias de Amama. Antes que Sanz, que ha negado categóricamente que se hubiera “eliminado ninguna prueba ni ninguna historia clínica”, la exconsejera de Salud, Rocío Hernández, había sostenido que las afectadas por los retrasos en el diagnóstico de los cribados eran “tres casos”. Horas después la Consejería de Salud los ampliaba hasta 2.000. Tampoco es la primera vez, que el Gobierno andaluz alega fallos informaticos para justificar demoras, como estar un año sin publicar las listas de espera o el colapso a la hora de acceder a las ayudas del Bono Alquiler Joven.

La credibilidad del Gobierno de Juan Manuel Moreno ha quedado muy dañada en la gestión de esta crisis. Tras la errática gestión de los primeros días, la Junta ha tratado de reaccionar con dimisiones y grandes anuncios de planes de choque con contrataciones de centenares de profesionales sanitarios. Esta misma mañana, el propio presidente andaluz, tras reconocer que el problema de la sanidad andaluza era estructural, ha prometido una reforma del SAS y la ampliación de la plantilla en casi 4.400 personas, 1.200 de ellas médicos. Sin embargo, las escasas cifras de incorporaciones de radiólogos para dar respuesta a la crisis del cribado de cáncer de mama, ante la falta de estos especialistas en el mercado laboral y la reticencia de éstos a abandonar sus puestos de trabajo en la privada para incorporase a una sanidad pública que no les ofrece garantías de estabilidad ni mejores salarios, también ha puesto en duda la efectividad de estas iniciativas.

Mientras tanto, 24 días después de que la Cadena Ser diera a conocer los primeros testimonios de mujeres afectadas por los fallos en el programa de prevención de cáncer de mama, la Junta no ha explicado el origen del fallo, que es lo que, ante todo, demanda Amama.

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Sobre la firma

Eva Saiz
Redactora jefa en Andalucía. Ha desarrollado su carrera profesional en el diario como responsable de la edición impresa y de contenidos y producción digital. Formó parte de la corresponsalía en Washington y ha estado en las secciones de España y Deportes. Licenciada en Derecho por Universidad Pontificia Comillas ICAI- ICADE y Máster de EL PAÍS.
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